La «luna», que vemos en el cielo, podría no ser un cuerpo real, sino un holograma, el reflejo en 3D de un satélite artificial mucho más pequeño y mucho más cerca de la tierra.
De hecho el cielo – el espacio circundante – está compuesto por plasma que es un cristal líquido, similar a una pantalla de televisión, o más bien a una serie de pantallas curvadas que multiplican y distorsionan las imágenes.
Hay una grande tensión sobre la tierra, en estos años.
Iglesias y gobiernos buscan “soluciones” al problema que agobia todos, aquello económico.
¿El problema es realmente económico? No, es cultural, una falsa concepción de la realidad que nos hace infelices y nos hace sentir engañados.
La solución puede llegar del cielo, ser la revelación de que no observamos la realidad real, pero sólo una película en cuatro dimensiones (anchura, longitud, profundidad y tiempo)
El sol está mostrando una rápida disminución de su campo magnético y emite enormes ráfagas de viento solar que revelan un hecho sorprendente
La gravedad del Sol no es tan dominante como se cree y no sólo esto
La gravedad no es una fuerza fundamental del universo.
Nosotros sobre la superficie de la tierra la sentimos, pero podría depender de un estado caótico de la materia que compone la corteza y l’atmósfera de la Tierra, la biosfera sutil en la cual estamos inmersos. La gravedadpodría no ser un efecto de la entera masa terrestre como cree la física ortodoxa.
La fuerza fundamental es la energía “oscura” que está acelerando la expansión del universo y barriendo la gravedad. Un misterio para la ciencia aprendida en la escuela, pero no para quien se ha interrogado sobre el significado de los “pilares” que sustentan la mentalidad mecanicista común: el tiempo, el espacio y la materia.
El tiempo es dinero, se sabe, y no sólo. El tiempo es también deuda…
El “vínculo” entre tiempo, dinero y deuda no es una “realidad” de la naturaleza; es un bluff de la mente humana que no sabe responder a la pregunta: “¿qué es el tiempo?”. Es suficiente recordar que nuestro día es dado por la rotación de la tierra alrededor del propio eje y, nuestro año, por la rotación de la tierra alrededor del sol. Entonces podemos reconocer que la causa del tiempo es el movimiento rotatorio, mejor dicho el conjunto de los movimientos de los cuales cada cuerpo está dotado. Por lo tanto no hay un solo tiempo, sino muchos tiempos, muchos ritmos diferentes.
El 10 de mayo de 2013 habrá un eclipse solar anular, visible en el Pacífico, tal vez una prueba ulterior de lo que ya ha sido observado y… censurado.
Durante el eclipse solar la rotación de la superficie terrestre cambia, entonces el tiempo cambia. El alineamiento sol-luna-tierra altera la inclinación de nuestro eje polar.
El fenómeno ha sido observado por primera vez por Maurice Allais (1911-2010) que luego ha ganado el premio Nobel para la economía en el 1988, observando el movimiento de un péndulo parecido a aquello de Foucault. El fenómeno aún es discutido y desatendido por el main stream, pero converge con la tesis sostenida por los sabios desde siempre.
El universo observado es una gigantesca ilusión óptica.
Allais ha mostrado un vínculo invisible, pero con efectos mensurables entre las rotaciones de los tres astros sol-luna-tierra. El vínculo, según él, era el éter, cuya existencia jamás ha sido negada por Einstein, como el mismo Einstein declaró en diferentes ocasiones. Los hombres atribuyen siempre nombres masculinos…
En mi opinión, el vínculo es la Sustancia Madre, la matriz o bien la generatriz de todas las rotaciones, tal vez coincidente con lo que los físicos hoy llaman “campo de Higgs”, traído por bosones con rotación nula (spin cero). De este campo descienden todas las rotaciones que deberían ser pares entre aquellas horarias (p dextrógiras) y aquellas antihorarias (o levógiras). La física pero observa la no paridad entre las dos…
Pues bien el eclipse del 10 de mayo de 2013 podría revelar la existencia de la paridad “perdida” y de aquel principio femenino que hasta ahora ha faltado al así llamado “conocimiento”, todo creyente en la separación entre cielo y tierra.
De hecho es un eclipse especial.
En mayo de 2013 está ocurriendo también la inversión del potente campo magnético solar: el Polo Norte magnético se vuelve el Polo Sur magnético. Normalmente la inversión de polaridad en el sol ocurre aproximadamente cada 11 años. La última ha sido en el 2001. En aquella en curso, en mayo del 2013, el sol está mostrando un comportamiento insólito mostrando una novedad que lo asemeja a aquello igualmente insólito de la tierra.
También nuestro planeta invierte el propio campo magnético pero en tiempos muchos, muchos más largos, aproximadamente cada 250 mil años. Pues bien, ambos, sol y tierra, hoy ya no tienen un campo bipolar, sino uno cuadripolar. Es una grande novedad que podría influenciar la “luna”, que el 10 de mayo de 2013 se encuentra en medio entre los dos, sujeta también a un tercer campo magnético – el campo magnético interplanetario – que cambia la polaridad cada 2-3 minutos. Los tres campos magnéticos podrían converger en un evento excepcional: la desaparición de la “luna” o, mejor dicho, la revelación que la “luna” no es un cuerpo real, sino una imagen, un holograma…
Luego entre el 10 y el 25-26 de mayo hay varias configuraciones especiales entre los planetas que tienen, cada uno, el propio día y el propio año. Hay la oposición entre Marte y Saturno y hay la cuadratura entre Urano y Plutón. El 7 de mayo hay también la conjunción Marte Mercurio.
Si existe un campo universal conexo a las rotaciones, mayo del 2013 nos ofrece una serie de eventos en los cuales podría desvanecer también la magnetosfera terrestre que es a forma de “manzana”. Así podríamos descubrir que no nos protege y que, en cambio, nos engaña… nos induce a creer en la separación entre cielo y tierra y a ignorar la comunión de los movimientos tanto en el cielo como en la tierra. Sin embargo no olvidemos que todas las partículas – también aquellas que que componen nuestros cuerpos humanos – giran. Es un cambio formidable de mentalidad.
Cada uno puede elegir el nombre que prefiere: éter, campo de Higgs o Sustancia Madre. Con el último nombre, Madre, podemos reconciliar astronomía y astrología y, tal vez, desbaratar las dos.
Volvemos a los hechos.
Desde mayo de 2012, están ocurriendo cosas extrañas.
El satélite de observación Hinode ha notado un comportamiento del polo norte del sol, diferente de aquello del polo sur.
“Hay un desequilibrio entre el polo norte y el polo sur”, escribía Jonathan Cirtain, un científico del Flight Center Marshall Space de la NASA en Huntsville, Alabama. “La razón por la cual el polo norte está en transición antes que el polo sur queda un misterio… Esta observación desmiente todos los modelos a los cuales hoy se hacía referencia, los cuales deducían una reversión de los polos magnéticos del Sol siempre en contemporánea. La inversión del polo norte magnético por lo tanto está en clara anticipación con respecto a las previsiones, ya que el máximo solar está confirmado para mayo de 2013…”.
Y aquí estamos. Hemos llegado a mayo de 2013.
Podría ocurrir lo que ha escrito Juan en el Apocalipsis: “la luna dejará de brillar”.
La “luna” es el único cuerpo celeste en el cual los dos momentos angulares – aquello intrínseco y aquello orbital – coinciden, motivo por el cual vemos siempre y sólo una cara de la luna. ¿Es un cuerpo natural? En mi opinión no, pero, la respuesta exige un análisis del otro pilar en el cual creen las mentes comunes: el espacio.
Si el espacio en el cielo es una sala de espejos no hemos visto los cuerpos reales, sino sólo infinitas imagenes de los mismos… Y entonces reconocemos que el universo pintado hasta ahora es el espejo de la mente humana.