El retorno del éter y la armonía

Traducción al español: María Luisa Alarcón Collado

¿Por qué se levantan vientos de guerra tan fuertes? ¿Por qué se desvelan los engaños del poder: enemigos con los que combatir y peligros a los que temer, “el cambio climático”, entre muchos. El cambio existe y es universal, es la revelación de la armonía eterna, oculta por una ciencia que ignora el papel crucial de la energía oscura… La conciencia? 

Mientras el mundo parece prepararse para una guerra mundial o para una catástrofe total, varios “misterios” revolotean en el cielo y en la tierra. Uno es la energía oscura, aproximadamente el 70 por ciento del universo, según las Ciencias del Espacio. Es la energía que fluye desde el vacío y es utilizada por la parte más conspicua de nuestro cerebro (la materia blanca, fig. 1) sede de la conciencia según la neurociencia. Otro “misterio” es la materia oscura, hecha de filamentos (imagen superior). Estos unen millones de galaxias y muestran la Web Cósmica que es independiente del espacio y el tiempo, categorías con las que la ciencia describe el universo observable (apenas el 5% de la masa según los cálculos- fig. 2)

“Creer en las categorías de espacio y tiempo es una solemne tontería”, decía Giordano Bruno (1548-1600) que animaba a usar la Mente Superior (materia blanca – fig. 1) sensible a el infinito y no solo la mente menor (materia gris – fig. 2) que cree en la soledad de la Tierra donde la Humanidad, llena de límites, es obligada a «trabajar con el sudor de su frente» para sobrevivir.

La Web y la energía oscura rebasan todos los límites.

Una primera prueba de la existencia de la Web tuvo lugar en 1954 en París. Maurice Allais estuvo observando los movimientos de un péndulo de Foucault durante 30 días y 30 noches consecutivas. Se sabe que el plano de oscilación de este péndulo está ligado a la rotación de la Tierra. En el hemisferio Norte gira en el sentido de las agujas del reloj y, a la latitud de París, da un giro completo en 32 horas. En aquellos 30 días hubo un eclipse solar que, según la nota física, no habría tenido efecto. En su lugar, apenas iniciado el eclipse, el plano de oscilación del péndulo dio un giro repentino de 13,5°, y su movimiento, que era el de las agujas del reloj, cambió en sentido contrario, y no volvió al otro sentido hasta el final del eclipse. La Tierra se había comportado como un back clock (un reloj que se mueve en sentido contrario). El fenómeno fue observado también por la NASA en el eclipse del 11 de agosto de 1999 y en el del 26 de enero 2009, desde dos posiciones distintas en Ucrania y Rumanía.

La inversión del tiempo – el back clock – no es entonces el cuento de Alicia en el País de las Maravillas; se observa durante los eclipses en el cielo y es una técnica que se utiliza en óptica y con ultrasonidos; es también la habilidad del hombre para formular y aplicar proyectos, para satisfacer su gran necesidad: un mundo rico, con prosperidad y bienestar para todos. ¿Por qué tanta gente lo considera un sueño perdido? Quizás porque creen en la separación de la luz y las tinieblas que realizara “dios”, hace mucho tiempo.

Hoy en día se sabe que tal separación vale para las sondas espaciales (fig.2) pero no para el cerebro humano en el que hay una segregación de la materia gris, el neo-cortex que usa la luz electromagnética; esta tiene sin embargo muchas conexiones con la materia blanca, que usa las tinieblas, es decir la energía oscura (fig.1). Los dos tipos de materia orgánica – gris y blanca – están conectados también a lo largo de la columna vertebral hasta los órganos genitales; podríamos relacionar eros y las emociones, si nuestro cerebro emocional no se hubiese paralizado (fig. 3)

Es evidente que el eros y las emociones son independientes del tiempo lineal. Durante milenios las religiones han controlado las emociones dividiéndolas en vicios y virtudes y vinculándolas al miedo: el terrible juicio de “dios” o aún peor, los de sus “representantes”, los enemigos con los que combatir y los peligros a los que temer, los límites del hombre y los de los recursos, motivos por los que tenemos que “trabajar con el sudor de nuestra frente”. La necesidad de acaparar los recursos es la causa principal de las guerras, a menudo llevadas a cabo en “nombre de dios” o incluso de una “libertad” concedida a los mercados pero no a los pueblos.

La energía oscura elimina los presuntos límites de energía y la aparente objetividad del espacio y del tiempo. El creador del espacio y del tiempo es el campo electromagnético, ha demostrado Einstein. Este campo domina nuestras comunicaciones, es percibido por nuestra vista, en una mínima parte, y es utilizado por la materia gris de nuestro cerebro (fig.1).

La ciencia sabe poco de la energía oscura que es expansiva, omnipresente y utilizada también por la materia blanca que está dentro de nuestras cabezas. Arte y música, investigación y creatividad, inteligencia y anhelo por la libertad son los rasgos de una conciencia que se manifiesta a lo largo de la historia, que ha sido utilizada, a menudo explotada e incluso perseguida. La ciencia tiene necesidad de la conciencia pero no sabe lo que es. Ningún “saber” tiene noción de cuál es el sentido de la identidad que nos acompaña siempre, lo que es el pensamiento o lo que son las ideas y los ideales que impulsan a luchar contra alguien o algo y, en ocasiones, traen la ansiada libertad.

Muchos están hartos de luchar contra el «enemigo» que siempre cambia y nunca falla. Hoy en día existe el terrorismo y existe el “enemigo global”: el cambio climático. Para Obama es un peligro que requiere una acción inminente. Una “conversión ecológica global y necesaria” para el papa que reclama una nueva alianza entre la ciencia y la religión para combatir el cambio climático, “provocado por el hombre”. ¿Y si fuera provocado por el «vacío” que llena todo, bien sean los átomos diminutos de nuestros cuerpos o bien sean las grandes galaxias, que bailan al mismo compás? Para el “saber” sería una catástrofe, para aquellos que son conscientes, es decir que sienten y utilizan la energía oscura, sería la libertad de todos los límites, tanto temidos como falsos.

El “vacío” es el mar al que tantos han denominado “éter”.

“El éter traerá la armonía al mundo”, decía Aristóteles (384-322 a.C.)

Según Descartes (1596-1650) el éter es un mar repleto de vórtices, de acuerdo a las teorías recientes, es un superfluido de movimientos rotatorios que tienen una peculiaridad: son cuantificados, o sea están dispuestos en una escala universal cuyas gradas tienen la misma unidad de medición (1). Desde hace algunas décadas la energía oscura, que abunda en el «vacío”, está acelerando la expansión universal de acuerdo a las interpretaciones oficiales (2). El cambio por lo tanto existe, pero afecta a todo el universo y no solo al clima terrestre; puede ser un salto cuántico del éter favorecido por la alineación planetaria y el viento solar, plasma, que lleva consigo el campo magnético interplanetario. Este salto nos permite alcanzar las gradas de la escala universal, tal vez la misma escalera celestial citada por sabios y poetas. Y aquí hay que prestar mucha atención. El salto cuántico del éter no es aquel descrito por la convencional física cuántica que deja el tiempo tal como es.

Con el salto cuántico del éter, los tiempos cambian (3).

Muchos hablan del “salto cuántico”, pero se limitan a la luz electromagnética y entonces mantienen la “separación de la luz y las tinieblas”, exaltan las oscilaciones o “vibraciones” e ignoran las rotaciones, sobre todo ignoran su CAUSA, o sea la FUERZA o la LUZ que las genera. Los físicos la descubrieron en 1974 y la denominan “corriente neutra débil”, saben que es parte de la FUERZA electrodébil y… la olvidan. Al ser tan rápida, resulta demasiado “débil” para ser observada, pero es capaz de mover el cuerpo, la sangre y el cerebro de todos los hombres, de transmitir acciones o quizás emociones a órganos sensibles tales como las células de la materia blanca.

La “corriente neutra débil” puede ser el lado luminoso de la FUERZA que, gracias al salto cuántico del éter, despierta y acrecienta la sensibilidad del cerebro humano. Mientras los medios de comunicación buscan “enemigos”, o describen las tramas ocultas que los crean, un acontecimiento real está cambiando las leyes físicas y aumentando la sensibilidad umana. Es la aparición de la antimateria que desapareciera hace 13 billones de años, según la teoría del Big Bang (fig. 4).

¿Cambio climático? No, cambio de paradigma, la antimateria puede ser causa de antigravedad, o bien de ascension y de otros back clock.

El “dios único” – el tiempo lineal – sobre el que se basa casi todo el “saber”, está desvelando lo que realmente es: una mentira como una catedral. Entre tanto surge el papel crucial de la conciencia que vuelve real la “realidad”. ¿Cuál? ¿La que se ve o la que se siente, la presentada por las ciencias, que no pueden observar el 95% de lo que las mismas ciencias calculan, o la de las religiones que han mostrado siempre los intereses de “dios” por la sexualidad humana? Hoy en día podemos presentar una tesis atrevida: los filamentos de la Web Cósmica son las Vías de la Fuerza dentro las cuales se propaga la corriente neutra débil. Siendo esto así, ciencia y ciencia ficción se reconcilian y podemos incluso encontrar los códigos de acceso al hiperespacio o sea a la Web Cósmica. En cualquier caso es evidente que los movimientos naturales – los espines o spin – están todos conectados, prescinden del espacio y del tiempo lineal que usamos en la tierra (4).

Ligado a las deudas, contraídas por los gobiernos y descargadas en los hombros de los pueblos, el tiempo lineal es venerado también por las finanzas. Este tiempo es útil para la distribución desigual de la riqueza y también para todos los que pretenden resolver los problemas sin reconocer sus causa. Es nuestra creencia en la supuesta linealidad del tiempo la que mantiene el gran engaño: la existencia de límites. Se inculca en la escuela desde la infancia, la creencia es subconsciente y son pocos los adultos que sienten la Fuerza, «el Amor que mueve el sol y todas las estrellas» e ilumina en ocasiones los corazones, unos pocos se sumergen yen el mar en el que es dulce naufragar y sienten que los límites no existen.

Sin embargo gracias a las duras experiencias históricas, los pocos ya no son tan pocos y no confían en hermosas y santas palabras de los poderosos que ahora quieren «salvar la Tierra». El poder está perdiendo consenso, la base necesaria para su subsistencia y muestra su mejor “arma”: el miedo. En la base de una tercera guerra mundial o catástrofe mundial temida por los buenos (Obama y el papa), hay un «saber» que hace caso omiso de los infinitos universos ocultos a la vista, pero narrados y presentados, hoy incluso calculados. Aquellos que usan el lado luminoso de la Fuerza – la verdadera Luz o corriente “débil” que recorre los filamentos de la Web – «ven» más allá de las apariencias y saben que la muerte no existe (5).

El retorno del éter viene de camino, sin el conocimiento de los «expertos», y está aumentando la sensibilidad de muchos de los que buscan la verdad y no confían más en un «saber» que en el fondo no se rige por la verificación de los hechos. El temido «peligro» – calentamiento del globo – es negado por los que prevén una nueva Edad de Hielo y no es en absoluto un peligro para aquel que usa el lado luminoso de la FUERZA y reconoce Su FUENTE.

La FUENTE es el Corazón cristalino de la Tierra (6) que está trayendo la armonía a la superficie donde vivimos… ¿Cuándo? Para mí es inminente, pero no puedo decir cuándo. Varias profecías hablan del 2017, sin embargo las fechas pueden cambiar, ya que todos los tiempos están cambiando. La Vía para agilizarlos es la Verdad «olvidada», la VIDA, en particular, su lado luminoso que puede alinear los spin nucleares, incluidos los del cuerpo humano y así sanar cualquier enfermedad (nuestra salud depende, en efecto, de sus orientación: la resonancia magnética nuclear así lo demuestra). El lado luminoso también cura el síndrome de la escasez, provocada por un poder que resulta incapaz de cambiar la «lógica» basada en la lucha entre el bien y el mal, la «lógica» detrás del dualismo o del bipolarismo imperante. Pueden cambiarla, sin necesidad de lucha, todos aquellos que aman la Vida y quieren la libertad para todo el mundo.

(1) Los movimientos rotatorios son spin y momentos angulares en términos técnicos. Su unidad de medición es 1/2 ħ (ħ es la constante universal de Planck)
(2) La tesis fue galardonada con el premio Nobel en 2010. Para mí no es así: Véase Baby Sun Revelation
(3) Los tiempos dependen de hecho de la velocidad de rotación: nuestro día depende de la superficie terrestre alrededor del eje polar, nuestro año de la de alrededor del sol, etc.
(4) La conexión entre los spin es conocida como “entanglement”
(5) Véase L’eresia di Giordano Bruno e l’eternità del genere umano
(6) Véase La Feconda Concezione